Max Kenner cree que si se va a mostrar las tasas de éxito de los graduados de la Iniciativa de la prisión de Bard a los expertos en ciencias sociales, ellos dicen que los resultados son “imposible”. La historia de la Iniciativa de la prisión de Bard (BPI), fundada por Kenner en 1999 y el apoyo de su Alma Mater, Bard College, se ha convertido en una leyenda. A medida que el programa más grande de su tipo en los Estados Unidos hoy en día, BPI se inscribe casi 300 los hombres y las mujeres encarceladas en toda una amplia gama de disciplinas académicas, y ofrece más de 60 cursos cada semestre. premios recientes de Kenner han incluido La Crónica de Filantropía de 40 Debajo 40, Premio Richard Cornuelle para el Emprendimiento Social, el premio Smithsonian American Ingenio en Educación, y más recientemente, un premio de Tribeca innovación disruptiva (TDIA). El objetivo de la TDIA es hacer brillar una luz en las innovaciones que están ayudando a resolver los problemas más difíciles del mundo. Max nos une La Búsqueda Global para la Educación para hablar sobre cómo y por qué los graduados de BPI están teniendo éxito en el aula y el mundo real, así como la visión de su organización para este programa innovador con ganas.
Max, dentro de los cinco años de su liberación, más que 3 fuera de 4 ex-presos son detenidos de nuevo. Fuera de 300 los estudiantes que se han graduado Bard, sólo 4 por ciento han regresado a prisión. ¿Por qué sus graduados más probabilidades de éxito?
Nos resistimos a cualquier explicación de por qué sucede esto. También, Es importante señalar que trabajamos muy duro para presionar contra la inclinación que es compartida por los líderes de la filantropía, gobierno, y educación, que la mejor métrica para medir el éxito de nuestros alumnos y ex alumnos es las tasas de reincidencia, ya que enmarca nuestro trabajo mayoritariamente en el contexto de la justicia penal de una manera que reduce nuestros estudiantes simplemente las personas que han sido encarcelados por un delito.
Medimos el éxito de nuestros estudiantes en muchas más maneras que si regresan a prisión. Tratamos a nuestros estudiantes exactamente como trataríamos a cualquier estudiante convencional en el campus de una universidad de artes liberales excelente. No vemos a nuestros estudiantes como estudiantes presos que necesitan ‘corrección’. Nos acercamos a ellos con la sensación de que todo el mundo intelectual está a su disposición, ya que sería para cualquier estudiante o cualquier persona. Trabajamos muy duro para no limitar la forma en que nos acercamos a ellos o la forma en que persiguen un nuevo sentido de la curiosidad y la propiedad de las artes, libros, Ideas, ciencia, matemáticas, o una lengua extranjera. Se trata de sus actividades individuales y no sobre su participación con la justicia penal. Ellos son simplemente estudiantes que deben ser tratados con el mismo sentido de la individualidad, propósito, y la curiosidad como cualquier estudiante en cualquier lugar. Así que una métrica mejor que las tasas de reincidencia podría ser algo así como el éxito académico u otras cosas que son mucho más difíciles de medir, como la forma en que una persona es cumplido a lo largo de su vida, la forma en que interactúan con las preguntas pertinentes a sus estudios académicos en el futuro, o su forma de hablar con sus hijos sobre su propio trabajo escolar.
¿Qué tan grande es el pozo de potencial intelectual sin explotar en las cárceles de hoy?
Esa es una pregunta muy justo y la verdad es que no sabemos. Todo lo que sabemos es que a medida que nuestro proyecto ha crecido en todo el país, seguimos encontrando más talento sin explotar, en lugar de menos.
La población que conforma nuestro alumnado no muestra ningún mecanismo predictivo para ver quién es más o menos probabilidades de éxito en el estudio de la universidad. Nuestros estudiantes van de analfabetismo matemático para la primera, o segundo, o tercer cálculo plazo y las carreras de Matemáticas convertido. Los estudiantes se enamoran de la filosofía continental y aprender alemán para leer a Hegel en el original. Estos estudiantes no necesariamente provienen de entornos donde sus padres tenían una educación excelente. De hecho, que a menudo abandonan la escuela temprano. Nada acerca de sus antecedentes penales, donde crecieron, su registro institucional, o su proximidad a liberar son indicadores de si o no el estudiante tendrá éxito en la escuela.
El mercado de trabajo es actualmente muy competitivo para todos los jóvenes. Son los empleadores capaz de eliminar el estigma asociado con las personas encarceladas? ¿Se cree que sus graduados tienen las habilidades para contribuir a sus comunidades?
Entre nuestros alumnos, hay estudiantes que están prosperando en las escuelas de grado y niveles que reciben en el trabajo social, salud pública, Doctores en disciplinas académicas, la planificación urbana, etc. Ellos estudian en las escuelas de todo el sistema de CUNY, Columbia, Universidad de Nueva York, Yale, etc. Tenemos estudiantes que son vicepresidentes en la gestión de empresas internacionales mil millones de dólares. pero por lo general, nuestro alumnado se remonta a la comunidad de la que proceden–generalmente los más aislados, zonas marginadas en Nueva York–trabajar con poblaciones que más los necesita. Sirven las personas con VIH / SIDA, que no tienen hogar, que regresan de la cárcel, y–sobre todo–jóvenes en riesgo. Nuestros estudiantes son un activo extraordinario para estas comunidades y son reconocidos como tales por los empleadores dentro de ellas. Ellos tienen una combinación inusual de la vida-experiencia y formación académica. Son de un valor extraordinario a las personas que están contratando en agencias de servicios humanos.
¿Qué es lo que visualiza para el futuro de la educación en las prisiones? ¿Dónde está el potencial para la ampliación de esta iniciativa? ¿Cuáles son los principales obstáculos?
Tenemos el Consorcio de artes liberales en la prisión que ha trabajado para establecer diferentes programas que están a cargo de otros colegios y universidades excelentes en todo el país. Actualmente estamos en doce estados. El primer proyecto que ayudó a establecer estaba en Connecticut en la Wesleyan University. Hemos trabajado con el Grinnell College en Iowa, Goucher College en Maryland, Holy Cross College y la Universidad de Notre Dame en Indiana, Universidad de Washington en St.. Louis, y varias universidades en el estado de Washington. Una de las razones por las que decidió no insertar el programa de Bard en estados que no sabemos es que estamos convencidos de este trabajo es de mayor éxito a una escala verdaderamente humano. Toda la presión de la filantropía, gobierno, y dinero decir ‘vaya a escala.’ Creemos que nuestros estudiantes se benefician de la manera que lo hacen de una educación académica precisamente por la razón opuesta. Estamos interesados en conseguir los colegios y universidades de élite para re-imaginar la forma en que hacen su trabajo, a re-imaginar la forma en que se relacionan con las comunidades de su entorno, re-imaginar la forma en que pueden interferir con los mayores problemas sociales que enfrentamos colectivamente como un país. En la academia–líderes, rectores de universidades, fiduciarios, el profesorado de élite–hay un terrible crisis de confianza en cuanto a la relevancia de lo que hacemos en la humanidad y en especial en las artes. Si vamos a tener éxito en hacer frente a cualquier de los grandes desafíos que se nos presentan como un país, debemos tener confianza en el otro, y entregar educación rigurosa y ambiciosa a todos los bolsillos de la sociedad donde se nos dice por élites que el fracaso es el resultado más probable. El éxito de los estudiantes de BPI es evidencia de que increíblemente buenos resultados son alcanzables si podemos tratar a los estudiantes con dignidad.
¿Usted cree que la educación de las personas encarceladas tiene el potencial de cambiar fundamentalmente la institución de educación superior en América?
El éxito radical de estadounidenses encarcelados en la educación universitaria es simbólica. Debe mover los líderes en la educación de repensar la manera en que vemos admisión a la universidad y volver a pensar la forma en que presentamos las cosas que decimos que valoramos: compromiso civil, conocimiento histórico, competencia matemática, en honor a las artes, acceso a la ciencia. Necesitamos revitalizar la manera de compartir estas cosas con el público en general.
¿Qué significa ser un Tribeca Premios innovación disruptiva homenajeado significa para usted?
Es un honor para la institución sea reconocida por Tribeca y por el trabajo empieza a ser reconocido de esta manera. Hay una cosa que me gustaría destacar con respecto a ser ‘perjudicial’: si tuviera que presentar el éxito de nuestros estudiantes a expertos en las ciencias sociales que de lo discuten estos resultados son imposibles. Pero estos estudiantes hacen bien; y lo hacen año tras año.
El éxito de los estudiantes encarcelados imposible debe alterar la forma en que hemos habituado a nosotros mismos para mirar a otros problemas. Vamos a tener que hacer frente a grandes crisis a nivel mundial en el siglo 21–catastrófico cambio climático, extinción masiva, proliferación nuclear, la desigualdad de ingresos. Nuestros estudiantes’ imposible el éxito vino de abordar los problemas desde una perspectiva diferente y espero que inspira algo similar en todos los ámbitos diferentes.
(Todas las fotos son cortesía de BPI y CMRubinWorld)
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C. M. Rubin es el autor de dos ampliamente leído serie en línea por la que recibió un 2011 Premio Upton Sinclair, “La Búsqueda Global para la Educación” y “¿Cómo vamos a Leer?” Ella es también el autor de tres libros más vendidos, Incluido The Real Alice in Wonderland, es el editor de CMRubinWorld, y es una Fundación Disruptor Fellow.
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